
Recuperado de su lesión, el neerlandés apunta a la camiseta de los puntos
Mathieu van der Poel ha encendido las alarmas… pero no por una lesión, sino por sus ambiciones reales en el Tour de Francia 2025. A pesar de haber sufrido una pequeña fractura en el escafoides a finales de mayo durante la Copa del Mundo de MTB en Nové Mesto, el corredor del Alpecin-Deceuninck ha mostrado una forma notable en el Critérium du Dauphiné. Y sus palabras recientes no dejan dudas: va por el maillot verde.
Una señal clara desde el Dauphiné
Durante la tercera etapa de la carrera francesa, Van der Poel fue parte de la fuga del día y, aunque no ganó (la victoria fue para Iván Romeo), sí dejó una pista importante: “Es bueno haber sumado algunos puntos para la camiseta verde”, expresó. Lo curioso es que participó activamente en las llegadas masivas, algo que habitualmente evita. Esta vez no temió por su muñeca, incluso se lanzó en los sprints de las etapas dos y cinco, lo que deja claro que se está preparando para algo más que el espectáculo.
¿Un clasicómano en tierra de velocistas?
Desde el año 2000, salvo por Wout van Aert (2022), todos los ganadores del maillot verde han sido velocistas puros. En esta edición de la Grande Boucle, aparecen nombres de peso como Biniam Girmay (defensor del título), Jasper Philipsen, Van Aert, Tim Merlier, Jonathan Milan y Dylan Groenewegen. Pero Van der Poel quiere romper el molde y meterse en la lucha, aprovechando su versatilidad y fuerza en terrenos mixtos.
Etapas a su medida: más que solo llanos
El Tour 2025 tiene siete etapas clasificadas como planas, con un máximo de 50 puntos por etapa, y seis jornadas de perfil quebrado donde se otorgan 30 puntos al ganador. En teoría, Van der Poel tiene chances reales en varias:
- Planas con posibilidades reales: Lille, Duinkerke y Châteauroux.
- Finales que favorecen a su estilo: Laval, Toulouse, Valence y la etapa final en París, que este año incluye el ascenso a Montmartre antes de llegar a los Campos Elíseos.
Además, hay seis etapas quebradas donde puede brillar, especialmente en las llegadas a Boulogne-sur-Mer, Rouen, Vire Normandie, Mûr-de-Bretagne y Carcassonne. Incluso si no gana, los sprints intermedios en estas etapas pueden mantenerlo en la pelea.
Un sistema de puntos que lo favorece
La organización mantiene el formato de puntuación de años anteriores: 50 puntos para ganadores de etapas planas, 30 en las quebradas, 20 en alta montaña o cronos, más sprints intermedios en cada etapa (salvo contrarrelojes) que reparten hasta 20 unidades. Para un corredor tan completo como MVDP, esto es un terreno fértil para sumar constante y estratégicamente.
Una estrategia que ya se está gestando
No es casualidad que su equipo ya esté preparando terreno en el Dauphiné. Las decisiones tácticas, su esfuerzo en los embalajes y su recuperación acelerada tras la fractura forman parte de una estrategia clara: ir a por el verde.
La carrera más importante del calendario podría tener un nuevo contendiente para una de sus camisetas más icónicas. Y aunque no sea un sprinter puro, Van der Poel ha demostrado que su potencia, capacidad de lectura de carrera y determinación podrían convertirlo en el primer ganador «clasicómano» del maillot verde desde Van Aert.
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