
Grava, caídas y gloria: la novena etapa sacude el Giro
La novena etapa del Giro d’Italia 2025 fue todo menos predecible. Con un diseño que emulaba la clásica Strade Bianche, los ciclistas se enfrentaron a una mezcla brutal de caminos de grava, ascensos exigentes y un cierre dramático en el corazón de Siena. Wout van Aert emergió como el gran protagonista del día tras superar todos los obstáculos para conquistar una de las etapas más esperadas y difíciles del certamen.
El inicio: la fuga temprana que no sorprendió
Nada más arrancar la jornada, Kaden Groves lanzó el primer ataque, acompañado por Quinten Hermans, Dries De Bondt y Milan Fretin. Más tarde, Taco van der Hoorn y Luke Lamperti cerraron la brecha, formando así una sexteta que lideró gran parte del recorrido. Aunque el pelotón dejó hacer inicialmente, el equipo Q36.5 Pro Cycling, con Tom Pidcock entre sus favoritos, comenzó a reducir la ventaja con determinación.
La tensión sube con la primera zona de grava
A medida que se acercaban a los sectores de sterrato, el ambiente se cargaba de tensión. En la subida a La Cima, De Bondt sumó puntos de montaña, mientras Fretin sufría una caída en el descenso, aunque pudo reincorporarse. Mads Pedersen asumió un rol clave al marcar un fuerte ritmo en la primera zona de grava (Pieve a Salto), desatando el caos en el pelotón. La alta velocidad dejó fuera de combate a Diego Ulissi, líder de la clasificación general.
Una etapa convertida en campo de batalla
La verdadera tormenta se desató en el segundo tramo de sterrato. Primero Michael Storer cayó, y luego lo hicieron Tom Pidcock y Primoz Roglic, dos aspirantes al título. Ambos sufrieron además problemas mecánicos que los relegaron. Mientras tanto, un grupo de élite con Egan Bernal, Brandon Rivera, Isaac Del Toro y Van Aert tomaba ventaja.
Pero la desgracia no terminó ahí: Thymen Arensman, clave para INEOS, pinchó una rueda y fue alcanzado por un pelotón repleto de nombres pesados como Ayuso, Carapaz y los hermanos Yates.
Los cinco del frente y el ataque final
Ya en las últimas subidas, Mathias Vacek demostró un poderío extraordinario. Saltó del grupo de Ayuso y se unió al frente con Bernal, Del Toro, Rivera y Van Aert. Entonces vino el movimiento clave: Del Toro lanzó un ataque fuerte, pero Van Aert no se inmutó. Fue la calma antes del golpe.
Van Aert, sin rival en la rampa final
El último obstáculo era el Colle Pinzuto, un tramo corto pero demoledor con rampas de dos dígitos. Y, como si el destino hubiese reservado el momento perfecto, Van Aert desató su potencia justo antes de ingresar a la icónica subida final al Piazza del Campo. Sin resistencia, cruzó la meta en solitario, dibujando en su rostro una mezcla de triunfo y desgaste extremo.
Una jornada que quedará en la memoria
Mientras el resto de favoritos llegaba a cuentagotas, la novena etapa se escribía ya como una de las más intensas del Giro. El caos, las averías y la tierra no lograron detener a Van Aert, que demostró una vez más por qué es uno de los ciclistas más completos del pelotón actual.
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