
Montmartre sustituye al tradicional desfile en París, y los velocistas no están contentos
El Tour de Francia 2025 no cerrará con la clásica vuelta de honor entre copas de champán. En su lugar, los ciclistas enfrentarán una jornada competitiva de verdad. Cinco ascensos puntuables coronan el último día, y entre ellos destaca la subida final por la empinada y estrecha rue Lepic hasta la Butte de Montmartre, a menos de diez kilómetros de los Campos Elíseos.
Esta transformación busca conmemorar el 50º aniversario de la llegada tradicional del Tour a París. Luego de que en 2024 el cierre fuera atípico por los Juegos Olímpicos, los organizadores decidieron reinventar el final con un giro radical que apunta al espectáculo y a mantener viva la tensión hasta el último momento.
Un espectáculo para los fans, un martirio para los sprinters
Para los espectadores, el cambio promete emoción. Pero para los velocistas puros, la noticia es casi un golpe al corazón. Así lo expresó el legendario Marcel Kittel:
“Siento dolor en mi corazón de sprinter… Va a ser muy, muy difícil controlar la carrera allí y definitivamente será mucho más complicado forzar un sprint en el último día”.
Kittel, ganador de 14 etapas del Tour (dos de ellas en París), lamenta profundamente la pérdida de un escenario ideal para los sprinters. “Si yo siguiera compitiendo, estaría bastante decepcionado de que ya no será un día de sprint controlado”, añadió.
La subida de Montmartre —técnica, angosta y rompepiernas— hará trizas los trenes de lanzamiento antes de llegar a la capital. Los equipos acostumbrados al terreno llano deberán reinventarse para sobrevivir en un cierre mucho más impredecible.
Ni el maillot amarillo puede relajarse
El cambio no solo inquieta a los hombres rápidos. Los favoritos a la general también deberán estar alerta. “Con un final así, tampoco será un momento tranquilo para el maillot amarillo. Ahora el Tour tiene 21 etapas para la general, no 20”, advirtió Kittel.
Y no se trata solo de estrategia. Las condiciones climáticas podrían agravar la situación. “En el pasado se neutralizaba la carrera si llovía. Pero con la subida de Montmartre y algunos descensos, será aún más desafiante”, añadió.
Una oportunidad para los más versátiles
No todo son lamentos. Algunos corredores más completos, como Jasper Philipsen, podrían brillar en este escenario mixto. Según Kittel:
“Habrá corredores con mejores posibilidades de atacar para endurecer la carrera. Va a ser realmente emocionante de ver… todo dependerá de lo que quieran hacer los demás equipos”.
El ciclismo moderno apuesta por la sorpresa
El nuevo final del Tour deja claro que el ciclismo está evolucionando. Se busca un espectáculo más vibrante, menos predecible, más cercano al gusto de la audiencia actual. Aunque no todos estén de acuerdo con el cambio, lo cierto es que el Tour 2025 promete mantenernos en vilo hasta el último pedalazo en París.
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