
Una baja que remece la estrategia
El accidente múltiple en la etapa hacia Nápoles del Giro 2025 no solo obligó a neutralizar parte del recorrido, sino que dejó una herida profunda en Red Bull-BORA-hansgrohe: la salida de Jai Hindley. Entre los caídos estaban figuras como Richard Carapaz, Mads Pedersen, Derek Gee y el propio Hindley, quien no mostró intención alguna de volver a la bicicleta. Poco después, fue trasladado en ambulancia y se confirmó su retiro.
El ex ciclista Johan Bruyneel no tardó en reaccionar. En su intervención en The Move, el pódcast que comparte con Lance Armstrong, fue tajante: “Cuando viste a Hindley sentado, supiste que no volvería a subirse a la bici. Es una gran pérdida para Red Bull-BORA-hansgrohe y Primoz Roglic.”
Hindley, el escudero de oro
Jai Hindley no era solo un gregario más. Fue campeón del Giro y subcampeón en otra edición. Su papel este año era claro: trabajar completamente para Roglic. “Eso lo había dejado muy claro en las últimas semanas”, recordó Bruyneel. El australiano representaba una garantía en la montaña y su ausencia deja a Roglic con un vacío táctico importante.
Nueva presión, nuevas figuras
Según Bruyneel, el panorama ahora exige ajustes urgentes: “Van a tener que cambiar su estrategia. Perder a un corredor tan importante en la primera semana es duro. Para un equipo como Red Bull-BORA-hansgrohe, que lleva al principal favorito —algunos dicen el único—, quedarse sin su segundo mejor escalador no es sencillo, especialmente desde el punto de vista mental.”
El belga también identificó a quienes deben asumir nuevas responsabilidades: “Solo vi a Hindley y Giulio Pellizzari acompañando a Roglic en las subidas de las primeras etapas. El resto no estaba. Dani Martínez tendrá que dar un paso adelante. Habrá mucha presión sobre sus hombros. Y también Pellizzari deberá asumir más peso.”
La conclusión de Bruyneel es clara: “Será muy interesante ver cómo corre ahora el equipo. Ya no pueden hacerlo de forma tan defensiva.”
El reto se redibuja
Sin su más sólido aliado para la montaña, Roglic afronta un Giro donde la táctica deberá evolucionar etapa a etapa. El equipo aún tiene piezas valiosas, pero sin Hindley, cada movimiento exigirá más cálculo, más agresividad y menos margen de error. La verdadera prueba apenas comienza.
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