
El duelo decisivo
Richard Carapaz encara un reto monumental: recortar los 43 segundos que lo separan de Isaac Del Toro antes de la temida ascensión al Colle delle Finestre, en la penúltima etapa de la Giro d’Italia. El mexicano Del Toro parte como favorito, pero sabe que la etapa reina aún esconde sorpresas.
La Finestre: un muro de polvo y esperanza
La Colle delle Finestre, con sus 18,4 kilómetros al 9,2%, es la gran trampa de esta jornada. Sus últimos ocho kilómetros, sin asfaltar y extremadamente empinados, son un campo de batalla que puede dar un vuelco a la carrera. “Ahí puede perderlo todo Del Toro, o encontrar Carapaz la remontada de su vida”, afirman los expertos.
Ecos del pasado: 2005, la primera vez que la Finestre tembló
En 2005, la Finestre apareció como el gran monstruo inesperado. Paolo Savoldelli llegó con margen suficiente en la general, pero la subida lo puso en jaque: “La organización había reservado lo más duro para el final”, recuerda un veterano. Savoldelli casi pierde la maglia rosa, salvada solo gracias a su habilidad en el descenso y la ayuda de sus compañeros Ardila y Van Huffel. Rujano, ese día, se quedó a solo 28 segundos de robarle la gloria.
2011: un duelo que no explotó
En 2011, la Finestre no tuvo el mismo dramatismo. Alberto Contador ya dominaba la carrera y la lucha entre favoritos no prendió fuego como se esperaba. Solo Joaquím Rodríguez se animó a tensar la cuerda, pero la mayoría resistió. “Fue una etapa más táctica que épica”, admitieron los analistas.
2015: Contador sufre pero no se rinde
La historia se repitió en 2015. De nuevo la Finestre, de nuevo la lucha por el rosa. Contador, entonces líder, se vio superado en la subida por Mikel Landa, Fabio Aru y otros. “Vi cómo todos me pasaban”, declaró Contador después. Pese a todo, supo minimizar daños gracias a su experiencia y se aseguró la maglia rosa en Sestrière, aunque con más de dos minutos de retraso en meta.
2018: Froome y la hazaña inolvidable
El caso más espectacular llegó en 2018, cuando Chris Froome convirtió la Finestre en el escenario de una de las mayores gestas del ciclismo. “Con una desventaja de más de tres minutos, nadie creía que Froome pudiera ganar”, recordó un comentarista. Sin embargo, el británico atacó a 80 kilómetros de meta y dejó atrás a todos, incluida la maglia rosa Simon Yates. Dumoulin fue el único capaz de resistir un poco, pero Froome voló hacia la victoria y un inesperado triunfo final.
El sueño de Carapaz
Con estos precedentes, Carapaz se aferra a la esperanza. “Si Froome lo hizo, ¿por qué no yo?”, parecen decir sus piernas. La Finestre será su todo o nada: un lugar donde las diferencias desaparecen y los sueños renacen. Hoy, la montaña puede decidirlo todo.
Pasión por el Ciclismo
Web desarrollada con IA