Un gesto que desató controversia
Lo que parecía un simple gesto deportivo en la etapa 20 del Giro d’Italia 2025 se transformó en una situación delicada a nivel reglamentario. Dries De Bondt, corredor del Decathlon AG2R, habría colaborado intencionadamente con Richard Carapaz, ciclista del EF Education–EasyPost, bajo la promesa de un futuro contrato en ese mismo equipo. Lo que para algunos fue un acto de compañerismo, para la Unión Ciclista Internacional (UCI) representó una falta grave que podría terminar en sanciones.
La UCI no lo deja pasar
Tras declaraciones públicas del propio De Bondt, donde reconocía que la ayuda ofrecida a Carapaz respondía a una posible oferta profesional sugerida por el director deportivo del ecuatoriano, la UCI no tardó en intervenir. En un comunicado oficial, el organismo rector del ciclismo internacional indicó:
“Luego de una investigación preliminar de los comentarios realizados tras la etapa 20 del Giro de Italia por el corredor belga Dries De Bondt, de Decathlon, la UCI ha determinado que sus palabras ponen en juego la integridad de la carrera”.
La UCI remarcó que esta colaboración, de confirmarse, iría en contra de los principios de equidad y transparencia que deben regir cualquier competencia ciclística.
Posibles sanciones en camino
El caso ha sido remitido a la Comisión de Ética de la UCI, que ahora evaluará los hechos y decidirá si corresponde aplicar sanciones. En la mira no solo está De Bondt, sino también el director deportivo de EF Education–EasyPost, quien habría sugerido esa posibilidad de fichaje a cambio del apoyo en carrera.
Según la normativa, estarían violando específicamente los artículos 8.1 y 2 del anexo 2 del reglamento UCI, que velan por la integridad de las competiciones y el comportamiento ético de los involucrados.
¿Un caso aislado o una práctica silenciosa?
Este episodio abre una conversación incómoda: ¿cuántas veces ha ocurrido algo similar sin ser detectado? Si bien los equipos negocian constantemente fuera de competencia, trasladar esas conversaciones a la carretera puede poner en entredicho el espíritu competitivo del ciclismo profesional.
La investigación apenas comienza, pero el mensaje de la UCI es claro: cualquier conducta que altere la equidad de la competición será vigilada y, de ser necesario, sancionada.
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