
Una etapa épica en los Pirineos
La segunda etapa de la Vuelta a Cataluña Femenina fue tan breve como intensa. Con apenas 72,9 kilómetros, el recorrido entre las montañas acabó en la desafiante cima de La Molina, tras casi 20 kilómetros de ascenso continuo al 6,8% de pendiente media. Demi Vollering no dejó dudas: la neerlandesa del FDJ-SUEZ firmó una actuación sobresaliente, ganando la etapa y arrebatando el liderato a su compañera Elise Chabbey.
Ataques tempraneros y un solo nombre destacado
La carrera empezó con la noruega Stine Dale (Coop-Repsol) tomando la delantera y coronando primera el Coll de Merola, con una ventaja de más de minuto y medio. El equipo FDJ-SUEZ mantenía el control desde atrás, hasta que Loes Adegeest agitó la carrera en el Collet de Cal Ros con un ataque junto a Rosita Reijnhout, Marit Raaijmakers, Alice Maria Arzuffi Laboral y Anastasiya Kolesava. Sin embargo, su intento fue neutralizado justo antes de la cima.
Dale siguió sola hasta la bajada final, donde se le unieron Reijnhout, Raaijmakers y Arzuffi, además de Maud Rijnbeek, India Grangier y Nina Buijsman. Movistar asumió el control del pelotón y redujo la diferencia a tan solo 30 segundos al pie del ascenso a La Molina.
La batalla final: Vollering vs. Bunel
Durante la subida, Stine Dale trabajó incansablemente para su compañera India Grangier. A 13 kilómetros del final, Elise Chabbey tomó el mando del grupo de favoritas, lanzando un ritmo que redujo la diferencia rápidamente. Poco después, Vollering mostró su ambición y atacó con fuerza. Solo tres ciclistas lograron seguirla: Neve Bradbury, Femke de Vries y la joven Marion Bunel.
Pero Vollering no aflojó y, con su potente ritmo, dejó atrás a Bradbury y De Vries. Solo la francesa de 20 años, Marion Bunel, aguantaba su rueda.
Un golpe decisivo en los últimos metros
Ambas rodaron juntas durante varios kilómetros, ampliando su ventaja a casi minuto y medio frente al grupo perseguidor. Vollering, sin embargo, no estaba dispuesta a compartir la gloria. A cuatro kilómetros de meta, aumentó la intensidad y Bunel se vio obligada a resistir como pudo.
Finalmente, en la última y decisiva rampa de la etapa, Vollering rompió la resistencia de Bunel. La neerlandesa se marchó en solitario, asegurando la victoria de etapa y, además, adueñándose del maillot de líder que hasta ese momento portaba Chabbey. Femke de Vries cerró el podio en la tercera posición.