Una jornada con sabor a redención
Después de un día complicado donde perdió valiosos segundos, Isaac Del Toro, portador del maillot rosa, demostró que está hecho de una fibra distinta. En una jornada montañosa marcada por ascensos legendarios como el Passo del Tonale y el temido Mortirolo, el mexicano sacó su casta en los metros finales, sorprendiendo a Richard Carapaz con un ataque preciso que le dio la victoria en la etapa 17.
El terreno no perdonó a nadie
La etapa comenzó con un pelotón inquieto y muchos intentos de fuga. Equipos como INEOS Grenadiers y UAE Emirates-XRG fueron protagonistas en los primeros kilómetros. El esfuerzo era notable, especialmente entre aquellos que habían sufrido el día anterior. Mads Pedersen, por su parte, aprovechó para reforzar su liderazgo en la clasificación por puntos antes de que una escapada de 39 corredores se consolidara, con nombres como Romain Bardet, Pello Bilbao y Daniel Felipe Martínez entre ellos.
Las montañas hacen la selección
La carrera se partió cuando Lorenzo Fortunato, actual líder de la montaña, aceleró en el Tonale, fragmentando el grupo delantero. Pero fue en el Mortirolo donde los favoritos comenzaron a sentir la presión. Aunque no hubo ataques explosivos, el ritmo elevado fue suficiente para que figuras como Egan Bernal y Antonio Tiberi perdieran contacto.
Carapaz ataca, Del Toro responde con inteligencia
En la cima del Mortirolo, Richard Carapaz lanzó un ataque potente que dejó a muchos sin respuesta, incluida la maglia rosa. Sin embargo, Del Toro no se desesperó. Esperó su momento y, con una de sus ya características aceleraciones, cerró la brecha en la bajada. Carapaz, pese al esfuerzo, entendió que no podía irse solo y se reintegró al grupo.
La batalla final en Le Motte
En la última subida del día, Le Motte, los equipos EF Education-EasyPost y UAE Emirates-XRG elevaron la intensidad, reduciendo la ventaja de los fugados a menos de medio minuto. Bardet intentó anticiparse y dejó atrás a sus compañeros de fuga, pero su ilusión duró poco. A 1.5 km de la cima, Del Toro lanzó un ataque demoledor, al que solo Carapaz pudo responder. Juntos dieron caza a Bardet y, con gran entendimiento, se lanzaron hacia la victoria.
En el sprint final, fue Del Toro quien impuso su ley, celebrando una victoria emocional y poderosa tras una jornada exigente. Más allá del triunfo, el mexicano envió un mensaje claro: está más fuerte que nunca.
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